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Tercera y última jornada de la Fall Portrait Academy, el simposio de otoño organizado por la Portrait Society of America
A diferencia de las sesiones de los días anteriores, que trataron principalmente los aspectos técnicos del arte figurativo y el retrato, la sesión de hoy se centró en la dimensión mental del artista, que debe prepararse para pintar superando sus adversidades mentales.
La motivación que lleva a los individuos a sentir esa molesta sensación de opresión, insatisfacción e incluso malestar, muy común entre los artistas a la hora de realizar una obra, fue explicada por Pramod Kurlekar en un zoom en directo desde la India, con la ayuda de Sushita Bhosle.
Según Pramod Kurlekar, que considera el acto de pintar como una meditación en sí mismo, es esencial que un artista pueda trabajar con serenidad rompiendo el muro de barreras mentales que el individuo humano crea cuando se convierte en adulto y que, basándose en las convenciones sociales y el funcionamiento de la mente, tiende a almacenar información falsa o engañosa. «Es necesario vaciarse para poder pintar en presencia, porque es la capacidad de rendirse la que nos lleva a pintar en presencia», dicen Kurlekar y Bhosle, que ya han trabajado juntos en este concepto.
La mente humana, según Kurlekar, está formada por el ego individual y las expectativas que el individuo se crea a sí mismo. Cuando el artista es incapaz de estar enfocado, significa que su cerebro percibe esta dualidad: los dos componentes chocan, «inmovilizando» literalmente al artista que se siente frustrado e insatisfecho.
Para superar este impasse, Kurlekar sugiere un interesante ejercicio de interrupción de patrones mentales. Un ejercicio muy simple que es capaz de involucrar al ojo mental mientras deja al ojo visual capaz de percibir los objetos por lo que realmente son en la naturaleza, es decir, formas puras y simples. Formas que hacen caso omiso del nombre convencional que les da la sociedad y del concepto que nuestra memoria ha elaborado para ellas. El proceso no es inmediato y requiere práctica, pero una vez conseguido es un gran aliado para el artista. Consiste en levantar los dedos índices y mantenerlos a 180 grados respecto a los ojos: así nuestro cerebro, ocupado en visualizar los dedos, dejará espacio para la percepción de las formas.
Nacido y crecido en la India, Pramod Kurlekar es un artista profesional aclamado internacionalmente, y a partir de 2019 es Miembro de Firma de la Portrait Society of America. Se acercó al arte desde pequeño, teniendo que luchar en gran medida tanto con las expectativas creadas por su padre, que tenía otros planes para él, como con la necesidad, a una edad temprana, de romper las reglas como rebelde.
Sólo gracias a la constatación de «estar en la presencia», es decir, implicarse al 100% en lo que se hace, el artista pudo centrarse exclusivamente en el arte y ser la mejor persona en la que se ha convertido hoy.
«Hay que ser capaz de alinear el ego, que es un ‘mal político’, con las expectativas porque es una responsabilidad hacia los demás», dice el artista, que al mismo tiempo afirma la importancia de estar centrado en el propio presente porque el pasado y el futuro son dimensiones que pertenecen exclusivamente a la esfera mental y, por tanto, son inexistentes en el hic et nunc.
«La energía está dentro de nosotros y tenemos que dejarla salir porque es importante ‘vaciarnos’ para poder pintar en presencia», dice Kurlekar, que se declara defensora del ejercicio con los dedos. El poder de la «percepción en presencia» es también, según el artista, una fuente inagotable de energía que permite no sentir la fatiga del trabajo porque, al ser cíclico, la energía gastada se compensa con la que entra continuamente en circulación. Además de la sesión psico-filosófica-meditativa, Kurlekar hizo hincapié, en la ejecución de la demostración, en lo que consideraba los tres componentes fundamentales a tener en cuenta en el proceso pictórico: el dibujo, basado en las formas, los valores del color, es decir, la escala de grises que permite que la obra sea tridimensional, y una correcta combinación de colores.
«Un debate esclarecedor y liberador» fue como lo describió un participante, canalizando las opiniones del público, que mostró un gran entusiasmo por tratar temas que desgraciadamente se descuidan en un simposio de arte. A la pregunta de si se fija algún objetivo cuando pinta, responde: «es importante tener una estrategia elemental, pero no tener expectativas. Hay que ser capaz de erradicar el ego que drena nuestra energía creando batallas internas que absorben completamente nuestra vida.
El simposio ha llegado a su fin, y con el agradecimiento a todo el personal que asistió al simposio: los profesores, el personal técnico que hizo posible el evento, y Christine Egnoski, Kim Azzarito, Down E. Whitelow y Suscita Suchitra Bhosle, que presentaron y moderaron los eventos programados, por favor, permanezcan atentos: Miami Niche tiene importantes noticias en camino.
Además de recordar a los participantes que las grabaciones de las sesiones estarán disponibles durante 60 días a partir del 25 de octubre, también queremos recordar que el próximo evento artístico de la Portrait Society of America, después de dos años virtuales, volverá a ser presencial del 21 al 24 de abril de 2022 en Atlanta, GA.
(On the title: Radha by Pramod Kurlekar)