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Hay quienes lo definen como un artista hiperrealista, foto-realista y quienes lo definen como surrealista, lo cierto es que Jeremy Geddes prefiere retirarse de toda categoría procediendo en la forma de representar sus estados mentales «de manera lenta», como él dice. El artista de origen neozelandés Jeremy Geddes vive en Australia, donde se graduó en el Victorian College of the Arts de Melbourne. Al no encontrar una institución capaz de satisfacerle en el estudio de las técnicas académicas clásicas -según Geddes, perdidas en el siglo pasado- el artista decide dedicarse al arte autodidacta.
Pinta esencialmente al óleo porque, admite Geddes con toda franqueza, no había tenido la oportunidad de aprender debido a la falta de instituciones académicas adecuadas, ni el tiempo necesario para dedicar al perfeccionamiento de otras técnicas que le permitieran tener el mismo nivel de confianza. Su camino creativo comienza con la finalización de una idea que estudia en pequeñas piezas potenciales, en las que trabaja mientras realiza otra cosa. Si con el tiempo la idea funciona, la refina añadiendo o restando elementos, jugando con el tono, el color y la composición hasta que encuentra algo que entra en su corriente sanguínea y lo hace vibrar.
A quienes le preguntan si sus representaciones tienen un vínculo que las conecta con el significado de la religión, la ciencia y la naturaleza, Geddes responde diciendo que aunque sea ateo, el pensamiento religioso puede crear contenidos mentales interesantes. Nunca entra en una elucidación específica sobre la obra porque quiere que el observador se sienta libre de sentir sus emociones extraídas de sus propios meandros de experiencia, en el subconsciente, esperando así desencadenar estados emocionales o meditativos en los espectadores, si no en todos, al menos en un pequeño porcentaje. Entre las varias series compuestas, la serie seria TRANSIENTO representa a los cosmonautas que usan trajes y cascos, ocultando su identidad y expresión.
A veces están conectados, de la nada, a un cordón que se refiere al cordón umbilical (naturaleza). La serie MISERE/RE está representada por cohetes, niños en posición fetal y a veces palomas heridas, envueltas en burbujas de color que representan la esfera emocional del artista en el acto de componer la obra. Las palomas tienen un significado particular para Geddes, en primer lugar porque es un pájaro que adora, además lo considera una de las pocas especies que prospera en los espacios creados por el hombre.
La obra seleccionada pertenece a la serie INMATERIAL, mi favorita: escenas de explosiones en las que hay una tipificación espacio-temporal extraterrestre: los sujetos, así como los edificios o parte de ellos, están rodeados de una atmósfera antigravitatoria que permite al observador admirar la obra percibiendo su quietud aunque en realidad haya una «explosión ruidosa». Los personajes se encuentran en un espacio figurativo bien definido, situados en el momento sustancial que puede cambiar su destino: de hecho están suspendidos en el momento que sigue a la explosión y anticipa la consumación de la tragedia. Las obras de Jeremy Geddes tienen un gran efecto visual y emocional y aunque las pinturas parecen fotorrealistas, están compuestas de muchos trazos de color que a su vez componen las formas; trazos que sólo pueden verse si se amplía la imagen en la pantalla, y que a menudo tardan meses en completarse.
Cover: A Perfect Vacuum by Jeremy Geddes, 2011. Oil on Board 20 x 35″
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